LA SOCIEDAD NO SABE COMO TRATAR A LOS DISCAPACITADOS
Un sondeo, que hace tiempo me cayó en las manos, sobre las actitudes de la sociedad ante la discapacidad revelaba los siguientes datos: dos de cada cuatro encuestados sentía miedo de las personas con minusvalía y uno de cada cuatro sentía ira o resentimiento..
Me consta que estos prejuicios, tan arraigados, seguirán existiendo mientras no se produzca su plena integración social, hecho que queda muy lejos de la realidad; aunque se ha mejorado a causa del desarrollo de leyes que les defienden , aún así, la situación laboral del discapacitado resulta ser casi inexistentente -Sólo trabajan dos de cada diez minusválidos en edad laboral-, lo cual me da qué pensar en todos los derechos y en el bienestar social que les queda por alcanzar..
Por tanto, se deduce que la sociedad no les conoce y no sabe o no quiere ayudarles; convivimos juntos pero nada más, se les ve cerca de nosotros pero en el fondo a nadie importan..Una compleja relación con el entorno, una lucha desigual y agotadora contra posturas carentes de tolerancia y solidaridad, que lejos de hacerles partícipes de la realidad que les toca vivir, les dejan inmersos en esa amalgama de paternalismo, caridad y resignación cristiana que esta equitativa sociedad ha ido acostumbrándoles en detrimento de su desarrollo e independencia personal lo que les aboca a un Ostracismo Social..
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